El día 29 de enero nos apuntamos a la visita guiada a la quinta Torre Arias, nos unimos a los de BiciLineal que también tenía la actividad programada de modo que fuimos en bicicleta desde el colegio Amador hasta la quinta en Canillejas..
El Ayuntamiento ha puesto la quinta a disposición del público y tiene que mejorar el estado en el que está ahora, llena de señales y vallas. Cuestión de tiempo, se prepara un plan especial de intervención para la finca, al menos eso nos dijeron.
Este espacio verde cuenta con una enorme variedad de especies distintas de árboles y plantas silvestres. Aún con la lluvia y de las restricciones a los sitios, encontramos muy interesante la visita.
El trayecto en bici es muy molesto en lo referido sobretodo a la subida desde la quinta hasta Ciudad Lineal, una gran autopista urbana (antes llamada Avenida de Aragón) donde los coches discurren a gran velocidad y algunos se creen con más derechos que una bici.
Nos llevamos bocinazos y protestas airadas al adelantar a baja velocidad a coches en doble fila o a vallas de obra en los carriles y eso que íbamos con niños pequeños.
No solemos entrar a protestar a voz viva por estos hechos incívicos, no con niños por delante, nos parecen contraproducentes. Si hay oportunidad de dialogar, bien pero los gritos o la falta de educación no los rebatiremos. El impacto es muy negativo, en niños, en padres y madres.
A pesar de todo, las actitudes positivas ante la vida, todas y cada una de ellas, hasta las malas te enseñan algo.
A pesar de todo, las actitudes positivas ante la vida, todas y cada una de ellas, hasta las malas te enseñan algo.
