Los ciclistas no deben circular por las aceras

Ciclista por la acera
Ciclista circulando por un paso de cebra

Los ciclistas no deben circular por las aceras, a pesar de que esté difícil transitar cómodamente en una ciudad donde existen verdaderas autopistas urbanas que desmotivan a muchos. No nos parece justificable. Respetuosamente reclamamos al Ayuntamiento de Madrid mejoras en la seguridad para nuestros vehículos, las bicicletas. Ello se consigue, en parte, con la creación de vías ciclistas exclusivas que desarrollen una ciudad ciclista. La bici debe cobrar el protagonismo del que ahora queda fuera.

Circular por las aceras no permitidas no está dentro de las normas de sana convivencia y la presencia de bicicletas en ellas es cada vez es más frecuente. Actualmente, sí está permitida la circulación por aceras en zonas específicamente habilitadas, aparte están las aceras de uso compartido con un carril para peatones y otro para bicicletas, las aceras bici. Desde nuestra Comisión de Bicis abogamos por la desaparición paulatina de estos modelos. 

Instamos a los diferentes grupos políticos del Ayuntamiento de Madrid a cambiar el modelo de movilidad existente, es una tarea compleja y coincidimos en el diagnostico hecho como el de la Asociación Pedalibre.

Diferentes ciudades europeas gozan de un entramado de calles calmadas y con la existencia de un red de carriles bici exclusivos, no es inventar nada. Poco a poco, las grandes urbes como Londres o Paris están siguiendo la misma pauta. En Madrid tenemos un punto de partida interesante, tenemos el derecho a circular por el centro del carril. Si logramos desarrollar el modelo de movilidad existente y superamos la actual etapa de indeterminación y de miedos al cambio, se logrará dar un impulso a la bicicleta y entraremos en el Madrid del siglo XXI. No es llenar la ciudad de carriles bici sino de evolucionar con la creación y modificación de las vías antendiendo a su tipología.

No nos cuestionamos aquello del ¡Carril bici ya!, creemos en la evolución paulatina, un futuro de convivencia con el coche pero a otra escala. El tramo del carril bici de la avenida Largo Caballero en el Distrtito de San Blas es un ejemplo. Esta avenida la hemos recorrido por calzada y muchas veces, hemos vivido situaciones de peligro por el exceso de velocidad de los motorizados (100 km/h en algunos casos), nuestras bicis no estaban en situación de equidad. Afortunadamente instalaron una vía ciclista segregada, fue la anterior corporación, significó una gran mejora para la seguridad de los ciclistas. La crítica a esta actuación es que hay un punto conflictivo debido a un cruce, una intersección que hay que ser precavido, igual de precavido que cuando un coche te rebasa por la izquierda para poco despues girar a la derecha. Aún así, estas infraestructura es mejorable como el forzar el giro a 90º para los coches en ese punto de intersección o mejorar la visibilidad con un semáforo.

A todo cambio se oponen siempre unas fuerzas inmovilistas, en nuestro caso el carril bici es una etapa dentro de un desarrollo más ambicioso. Está claro que aspiramos a más que un anodino carril bici pero somos transformadores no demagógicos, sabemos que el cambio es lento. Pensamos en una gran APR,en la eliminación de las grandes autopistas urbanas, en la restricción del acceso a Madrid de cientos de miles de coches diarios pero la transformación del modelo no va de la noche a la mañana.