Madrid, 14 de junio de 2018.
Plaza de San Cayetano a las 20 horas, como es norma, la Cicloguinda se reúne una vez al mes pero en esta ocasión salimos al inicio de la marcha solo cuatro personas con destino a Alcalá de Henares. En Coslada nos unimos a Iñaki, del colectivo ciclista Pedalada a Pedalada, y ya en Alcalá con más compañeros de esa ciudad.
Desde el twitter del Taller Social han dicho: “Por una vez hemos hecho más humano el camino entre Madrid y Alcalá. Se echan de menos carriles bici interurbanos como el de Colmenar”. Realmente el trayecto es poco agradecido pues, gran parte, discurre por carreteras con tráfico a altas velocidades, no muy atractivas para la bicicleta, entonces: ¿Qué compensa hacer estos trayectos ínterurbanos?... ¿la compañía y el placer de rodar?, ¿llegar lejos y recorrer kilómetros a escala humana?.
Queda mucho camino por recorrer en Madrid y su Comunidad Autónoma porque las vías ciclistas interurbanas, seguras y cómodas, son necesarias para el fomento de la bicicleta como medio de transporte.
Iñaki nos abrió camino hasta Alcalá, por una ruta que hace todos los días y efectivamente, no tiene nada de sugerente. Ya solo salir de Madrid por el Estadio Metropolitano, por una "autopista", y cruzar la M-40 hacia Coslada por otra vía rápida no anima en absoluto y el resto, como circular por la vía de servicio de la A2, tampoco.
De todo se saca algo positivo, las luces del atardecer en la lejana sierra de Guadarrama, las flores que todavía permanecen en los zopeteros, la entrada a la ciudad cervantina por la Puerta de Madrid... son recuerdos que nos quedarán. Nos queda agradecer de este día los agradables momentos con los compañeros ciclantes que hicieron del corredor del Henares otra cosa.