Un pueblo castellano idóneo para circular en bicicleta


En verano muchas personas se convierten en usuarios de la bicicleta y no es cosa de los últimos años, la tipología de las calles y las distancias ayudan a que el tráfico ciclista sea un ejemplo de movilidad, sobretodo por la gran cantidad de niños y niñas que se desplazan por este medio, responsable y ambientalmente sostenible. Por contra, se abusa también del coche hasta para hacer recorridos extremadamente cortos. Este pueblo, en la Manchuela conquense, es un ejemplo. Todo el pueblo es seguro para la bici debido a la baja velocidad en el interior de la trama urbana y los recorridos entre localidades se pueden realizar por caminos, carreteras abandonadas o vías de servicio totalmente compatibles con la circulación calmada de las bicis, como se aprecia en el video. Más allá, en nuestras ciudades, no todo es tan idílico.